mi cuarto vacio

Al nacer somos como habitaciones vacías y sin pintar. Con las primeras palabras que escuchamos nos pintan, después, personas al azar van colocando los muebles, ya sea con una canción en la radio, un cuento leído por una profesora bonita, una clase de religión o una charla de tus padres. Cuando esa habitación es adolescente ya está casi llena, solo faltan detalles: el color de las cortinas, el color del sofá y de las sillas, la colocación de los artefactos... Nos cuesta mucho acomodarnos a ella, a veces la miramos y no nos gusta, y entonces dormimos en el suelo y abrimos la ventana para que el aire corra (muchas veces pasamos frío). También, cuando nos sentimos cansados y perdidos, cogemos un hacha y rompemos con rabia uno de los muebles, y queda un vacío que durante mucho tiempo va a incomodarnos, hasta que elijamos una nueva cama que quede bién en ese espacio. Ese ciclo se repite, solo queda fijo el color de las paredes. Cuando visitamos otras habitaciones vemos cosas bellas que quedarian bién en la nuestra. Solemos copiarlas, y así vamos llenando las paredes con pósters, cuadros y fotografias que cambiamos cuando nos cansamos de ellas. También nos copian ideas, y nos podemos encontrar en otra habitación un sofá que tuvimos o una fotografia que adornaba nuestra pared. Todas las habitaciones tienen una puerta que da a otras habitaciones cercanas a la nuestra. Hay que tenerla abierta para poder salir a ver otros cuartos y para que otras personas entren y vean como está decorada. A veces puede sucedernos que una habitación tenga unos muebles que estén colocados de tal manera que combinen perfectamente con los nuestros, y de repente nos sintamos tan agusto que no nos importaria quedarnos. Y tal vez nos quedemos y tiremos la pared que une a las dos habitaciones, creando así un espacio común que sirva para enriquecer nuestra existencia. (aunque cuidado, es más fácil tirar muros que reconstruirlos después). Y me imagino que al final de nuestra vida casi todo habrá cambiado en ese cuarto, y quizás lo miraremos satisfechos de lo que luce o arrepentidos por no haberlo ordenado a tiempo. Entonce se hará de noche. Rascaremos la pintura de las paredes, haremos la maleta y cargaremos nuestros muebles en un barco que no sabemos dónde nos lleva. Y dejaremos la habitación vacía, virgen de nuevo, para que alguien empiece de nuevo. Y la miraremos con tristeza mientras el barco se aleja hacia el horizonte, y se irá empequeñeciendo para nuestros ojos hasta casi desaparecer, hasta que de repente nos giremos y miremos al frente, con la esperanza de que ese barco nos lleve a algún lugar tan o más bello y agradable que el que acabamos de dejar.

poesia para ti, ¡ si para ti ¡

Mira mi vaso: está llorando, se ha cansado, está pensando en princesas moribundas. Y tu sigues ahí en mi mente abrazandome por dentro, metida dentro de esta alma gris y enferma. Nose como lo hiciste pero has calado hondo en mí. Apareciste como otra persona, vestida de playa en un mundo de uniformes y zapatos anti caidas. Me hablaste de esto y esto otro, y yo mirandote a lo lejos, como si fueras de otro planeta, pero quedandome con tu aliento para revivirlo en los momentos mas inesperados: al despertar, cuando me cepillaba los dientes, en el momento en que decía la primera palabra del día... Y al final volviste y me planteaste un enigma: ¿viajar al infinito o seguir en la comodidad del presente? Elegí al infinito, y para superar la prueba tuve que rescatarte de peligros que tu misma buscaste para que yo te salvara. Y al besarme casi te mueres, y bañada en salitre me abrazaste y me diste las gracias por haverte devuelto la vida: me has devuelto el favor con creces, al darme momentos que nunca habría podido imaginar sin tu existencia. Nos hemos comido tanto que se me ha gastado el alma de tanto rozarse con la tuya, y te has quedado los trozos. Quizás ahora estés utilizandolos para decorar tu cuarto de noche, o quizás los tengas para que tu silla no cojee, salvandote otra vez de una caída. Porque estás lejos, y yo sigo quieto. Pero quiero tenerte, y creo que nada me va a desviar de ese objetivo.

lee,por ti

- Leer un libro. te suena? es eso que se parece a una revista pero suele ser más ggrueso
- Recomendaciones:
necronumicon, de H.P Lovecraft.
Así habló Zarathustra, de Frederich Nietzsche.
El Alquimista, de Paulo Coehlo.
Los Pilares de la Tierra, de Ken Follet.
El Almuerzo Desnudo, de Willian Burroughs.
Las Flores del Mal, de Charles Baudelaire.
Rayuela, de Julio Cortázar.
Algún cuento de Edgar Allan Poe.
(los libros además tienen la ventaja de que, quieras o no, acabas culturizándote.)

- Pasear un rato por tu ciudad.
- Tomar una cervecita.
- Ver una buena película.
- Hacer feliz a la gente.
- Apagar la TV.
- Utilizar tu C.I.
- Enterarse de algún acto cultural en yu ciudad y visitarlo (otra vez la ventaja de culturizarse).
- Aprender Historia (para que dejen de engañarte ,agueo ...).
- Empezar a tener sentido crítico.
- Emocionarse escuchando tu canción favorita, e investigar para descubrir nuevas músicas (que el mundo no se acaba en la rock and pop...
- Masturbarse, y si puedes, ponerte a follar.
- Enterarse de lo que pasó realmente en el 11-M, y lo que quisieron hacernos creer.
- fumar un pitito.
- Mirar en el diccionario que quiere decir la palabra demagogia. Después, aplicar estos conocimientos a la vida real.
- Y bueno, ya para acabar, empezar a pensar con más coherencia.para que se escuche anormal, y no te entiendan.